Hemos tenido el placer de recibir la visita a nuestra escuela de José Luis Zapata, un antiguo participante en seminarios que el maestro Carlos García había impartido en Andalucía, más concretamente en la ciudad de Huelva; y que tras un largo período de práctica independiente con algunos compañeros de estilo en su localidad, se ha propuesto iniciar un nuevo camino de aprendizaje bajo la tutoría del Shifu Carlos.
Acupuntor y experimentado practicante de artes marciales, le unían muchos factores comunes con nuestra práctica del kung fu, por lo que el shifu le recibió con los brazos abiertos y le enseñó durante su estancia el funcionamiento del instituto, cuyas prácticas estamos llevando ahora a cabo en el Parque de Montjuic; aprovechando el buen tiempo que brinda el verano.
Uno de esos días, aprovechamos para hacerle estas preguntas, las cuales creímos de interés que contestara para dejar constancia en nuestra web.
Primero de todo, quisiera pedirte disculpas por haberte sorprendido de esta manera, ya que no sabías que íbamos a hacerte la entrevista, y agradecerte tu disposición a ella. En segundo lugar, preguntarte ¿cómo ha ido tu bienvenida a Barcelona, y qué tal te sientes tras estos días de intensa práctica con nosotros?
Me gustaría empezar agradeciéndoos a todos vosotros la alegría con que me habéis recibido y lo bien que me estáis tratando, y en especial al Shifu Carlos por el tiempo que me está regalando, y lo pendiente que ha estado de mí desde que he llegado a la ciudad. Realmente estáis haciendo que me sienta muy a gusto, como si fuera uno más del grupo.
Por otro lado, la práctica es sorprendente. Desde que empieza el día hasta que acaba, la jornada se propone intensiva; hemos practicado muchísimo, tanto esquemas individuales, como trabajos en pareja y aplicaciones de combate. Además hay un gran ambiente aquí en el parque. Puede haber unos cuantos haciendo un ejercicio con el shifu, y otros mientras tanto están trabajando sus esquemas personales de manera independiente, sin descanso. Se nota que la gente viene con ganas de entrenar, aprender y trabajar. Tanto el ritmo como los compañeros predisponen un espacio muy agradable y bonito.
Sabemos que llevas bastante tiempo practicando diversos estilos de kung fu norteño en Huelva; ¿qué te ha traído hasta aquí? ¿Has decidido mudarte?
Llevo unos 7 años practicando tanglanquan y taichiquan, desde que el Shifu Carlos vino a Huelva a dar un seminario que organizó mi antiguo compañero de práctica David Oliver. A partir de ahí, unos cuantos alumnos empezamos a quedar para entrenar, y la verdad que estuvimos unos años practicando muy intensamente.
Ahora, una vez finalizó mi relación con David, decidí seguir adelante con la línea de conocimiento que propone vuestro maestro, que en un principio fue también quien nos inició a nosotros en esta doctrina; y por eso he vuelto a Barcelona. También así, he podido conocer a mis “hermanos” de Kungfu, y he podido disfrutar del ambiente de la escuela. Mudarme no me mudo porque tengo mi mujer y mi trabajo de acupuntor allí, pero a partir de ahora espero venir siempre que pueda.
Después de tantos años de práctica con tu compañero el Sr. Oliver, ¿qué esperas encontrar en esta nueva etapa bajo la tutela del Shifu Carlos García?
Pues tanto por los viajes que el shifu había hecho a mi localidad, como por las críticas que había escuchado y leído de sus alumnos, tenía muchas ganas de venir a practicar con él. Lo que quería encontrarme es lo que me he encontrado, una familia de kung fu muy unida, que me ha hecho sentir parte de ella desde el primer momento. Eso es lo más importante. El shifu es como un “padre”, siempre atento a todos y a todo, no solo a la práctica de los ejercicios, sino que se preocupa por cada uno de sus alumnos, y está pendiente de ellos, con mucha humildad y mucho cariño; y siempre con una sonrisa en la boca.
Sin entrar en detalles, ni valoraciones personales, imagino que verás semejanzas y diferencias entre tu anterior método de aprendizaje y el que plantea el Shifu Carlos. ¿Podrías comentarnos las más destacables, para hacernos una idea de qué caminos pueden estar siguiendo otros alumnos de prácticas similares a la nuestra?
La mayor diferencia que he visto está en la energía de los movimientos. Sinceramente, llevaba unos 6 años realizando, por ejemplo, la forma corta de Taichi; y solo con las correcciones que me ha hecho hoy el shifu ya noto una energía distinta. Tanto el trabajo con los compañeros como estas correcciones más concretas, hacen que se sienta la práctica de manera muy diferente a la anterior. Es como la noche y el día.
El método de trabajo que propone el shifu es totalmente diferente, el ambiente también es totalmente diferente; y por otro lado, el cariño con el que enseña cada cosa hace que el mensaje final de lo que recibes sea muy distinto al habitual. Me hace sentir mucho más contento. Lo creo ahora y lo he creído siempre, y es que la esencia y la energía original de un estilo de kung fu solo puedes comprenderla o alcanzarla si tienes un buen maestro a tu lado; y éste es el caso.
¿Cuáles son tus planes para el futuro más próximo? Nos comentaba el shifu que estás al cargo de una delegación del Instituto Wushu Sanchai allí en tu ciudad; háblanos un poco de esa idea. ¿Piensas formar un grupo de gente interesados por estos conocimientos?
En un principio, una vez David Oliver se desentendió de este proyecto, el Shifu Carlos me propuso que me pusiera al mando del trabajo, pero sin presiones, simplemente que fuera su representante en Huelva.
Lamentablemente, estoy atravesando una temporada en la que mi trabajo de acupuntor me quita mucho tiempo, porque estoy en ese momento en que tengo que repasar muchos de los conocimientos que acabo de aprender hasta asimilarlos totalmente; y no puedo responsabilizarme como quisiera de ese cargo. No obstante, ya tenemos un pequeño grupo de personas que están interesados en empezar a trabajar, y por supuesto que me haría mucha ilusión poder abrir un camino para la escuela en mi ciudad. Aún así, lo primero es seguir adquiriendo la sabiduría que ofrece el shifu, formarme bien; y el tiempo dirá si en un futuro puedo dedicarme íntegramente a esto. Solo cuando me sienta capacitado para ello, me dispondré a enseñar kung fu a otros alumnos.
Por último, sería interesante que nos ubicaras un panorama general de las artes marciales en Andalucía. ¿Qué cabe destacar de estás prácticas en el sur de España?
Andalucía es un sitio donde no hay ninguna escuela como ésta, y creo que si planteas un buen proyecto y lo llevas a cabo de manera seria, la gente podría interesarse mucho por la práctica sana del kung fu. Lo ideal sería apartarlos de la idea común de “defensa personal”, y empezar a introducir conceptos de la filosofía, la historia, y la terapéutica de estas artes.
Estoy seguro de que alguien con conocimientos firmes, que pudiera dar a conocer lo positivo de estas prácticas marciales, y pudiera enseñar que no sólo sirven para defenderse sino también para mejorar la salud general de nuestras vidas; podría tener un hueco importante como maestro en la comunidad andaluza.
¿Quieres hacer algún comentario para cerrar la entrevista?
Pues solo decir lo que he dicho al principio. Que estoy muy contento de haber venido, de haberos conocido; del trato que he recibido aquí, y de haberme sentido parte de una familia. Por supuesto, agradecer profundamente al shifu la oportunidad que me ha dado de venir, y el haberme ofrecido su tiempo, su conocimiento y su cariño.
Gracias José Luis, por tu amabilidad y respeto.
A continuación les ofrecemos algunas fotografías realizadas durante las clases en las que el delegado andaluz del Instituto Wu Shu San Chai participó activamente durante su estancia en la ciudad de Barcelona. Durante una semana trabajó duramente junto al Shifu Carlos García para ampliar y perfeccionar sus conocimientos, y para sentar las bases de funcionamiento de la delegación en Andalucía, así como para conocer a sus hermanos de práctica de la sede principal. Esperamos que el reportaje sea de su agrado.
Acupuntor y experimentado practicante de artes marciales, le unían muchos factores comunes con nuestra práctica del kung fu, por lo que el shifu le recibió con los brazos abiertos y le enseñó durante su estancia el funcionamiento del instituto, cuyas prácticas estamos llevando ahora a cabo en el Parque de Montjuic; aprovechando el buen tiempo que brinda el verano.
Uno de esos días, aprovechamos para hacerle estas preguntas, las cuales creímos de interés que contestara para dejar constancia en nuestra web.
Primero de todo, quisiera pedirte disculpas por haberte sorprendido de esta manera, ya que no sabías que íbamos a hacerte la entrevista, y agradecerte tu disposición a ella. En segundo lugar, preguntarte ¿cómo ha ido tu bienvenida a Barcelona, y qué tal te sientes tras estos días de intensa práctica con nosotros?
Me gustaría empezar agradeciéndoos a todos vosotros la alegría con que me habéis recibido y lo bien que me estáis tratando, y en especial al Shifu Carlos por el tiempo que me está regalando, y lo pendiente que ha estado de mí desde que he llegado a la ciudad. Realmente estáis haciendo que me sienta muy a gusto, como si fuera uno más del grupo.
Por otro lado, la práctica es sorprendente. Desde que empieza el día hasta que acaba, la jornada se propone intensiva; hemos practicado muchísimo, tanto esquemas individuales, como trabajos en pareja y aplicaciones de combate. Además hay un gran ambiente aquí en el parque. Puede haber unos cuantos haciendo un ejercicio con el shifu, y otros mientras tanto están trabajando sus esquemas personales de manera independiente, sin descanso. Se nota que la gente viene con ganas de entrenar, aprender y trabajar. Tanto el ritmo como los compañeros predisponen un espacio muy agradable y bonito.
Sabemos que llevas bastante tiempo practicando diversos estilos de kung fu norteño en Huelva; ¿qué te ha traído hasta aquí? ¿Has decidido mudarte?
Llevo unos 7 años practicando tanglanquan y taichiquan, desde que el Shifu Carlos vino a Huelva a dar un seminario que organizó mi antiguo compañero de práctica David Oliver. A partir de ahí, unos cuantos alumnos empezamos a quedar para entrenar, y la verdad que estuvimos unos años practicando muy intensamente.
Ahora, una vez finalizó mi relación con David, decidí seguir adelante con la línea de conocimiento que propone vuestro maestro, que en un principio fue también quien nos inició a nosotros en esta doctrina; y por eso he vuelto a Barcelona. También así, he podido conocer a mis “hermanos” de Kungfu, y he podido disfrutar del ambiente de la escuela. Mudarme no me mudo porque tengo mi mujer y mi trabajo de acupuntor allí, pero a partir de ahora espero venir siempre que pueda.
Después de tantos años de práctica con tu compañero el Sr. Oliver, ¿qué esperas encontrar en esta nueva etapa bajo la tutela del Shifu Carlos García?
Pues tanto por los viajes que el shifu había hecho a mi localidad, como por las críticas que había escuchado y leído de sus alumnos, tenía muchas ganas de venir a practicar con él. Lo que quería encontrarme es lo que me he encontrado, una familia de kung fu muy unida, que me ha hecho sentir parte de ella desde el primer momento. Eso es lo más importante. El shifu es como un “padre”, siempre atento a todos y a todo, no solo a la práctica de los ejercicios, sino que se preocupa por cada uno de sus alumnos, y está pendiente de ellos, con mucha humildad y mucho cariño; y siempre con una sonrisa en la boca.
Sin entrar en detalles, ni valoraciones personales, imagino que verás semejanzas y diferencias entre tu anterior método de aprendizaje y el que plantea el Shifu Carlos. ¿Podrías comentarnos las más destacables, para hacernos una idea de qué caminos pueden estar siguiendo otros alumnos de prácticas similares a la nuestra?
La mayor diferencia que he visto está en la energía de los movimientos. Sinceramente, llevaba unos 6 años realizando, por ejemplo, la forma corta de Taichi; y solo con las correcciones que me ha hecho hoy el shifu ya noto una energía distinta. Tanto el trabajo con los compañeros como estas correcciones más concretas, hacen que se sienta la práctica de manera muy diferente a la anterior. Es como la noche y el día.
El método de trabajo que propone el shifu es totalmente diferente, el ambiente también es totalmente diferente; y por otro lado, el cariño con el que enseña cada cosa hace que el mensaje final de lo que recibes sea muy distinto al habitual. Me hace sentir mucho más contento. Lo creo ahora y lo he creído siempre, y es que la esencia y la energía original de un estilo de kung fu solo puedes comprenderla o alcanzarla si tienes un buen maestro a tu lado; y éste es el caso.
¿Cuáles son tus planes para el futuro más próximo? Nos comentaba el shifu que estás al cargo de una delegación del Instituto Wushu Sanchai allí en tu ciudad; háblanos un poco de esa idea. ¿Piensas formar un grupo de gente interesados por estos conocimientos?
En un principio, una vez David Oliver se desentendió de este proyecto, el Shifu Carlos me propuso que me pusiera al mando del trabajo, pero sin presiones, simplemente que fuera su representante en Huelva.
Lamentablemente, estoy atravesando una temporada en la que mi trabajo de acupuntor me quita mucho tiempo, porque estoy en ese momento en que tengo que repasar muchos de los conocimientos que acabo de aprender hasta asimilarlos totalmente; y no puedo responsabilizarme como quisiera de ese cargo. No obstante, ya tenemos un pequeño grupo de personas que están interesados en empezar a trabajar, y por supuesto que me haría mucha ilusión poder abrir un camino para la escuela en mi ciudad. Aún así, lo primero es seguir adquiriendo la sabiduría que ofrece el shifu, formarme bien; y el tiempo dirá si en un futuro puedo dedicarme íntegramente a esto. Solo cuando me sienta capacitado para ello, me dispondré a enseñar kung fu a otros alumnos.
Por último, sería interesante que nos ubicaras un panorama general de las artes marciales en Andalucía. ¿Qué cabe destacar de estás prácticas en el sur de España?
Andalucía es un sitio donde no hay ninguna escuela como ésta, y creo que si planteas un buen proyecto y lo llevas a cabo de manera seria, la gente podría interesarse mucho por la práctica sana del kung fu. Lo ideal sería apartarlos de la idea común de “defensa personal”, y empezar a introducir conceptos de la filosofía, la historia, y la terapéutica de estas artes.
Estoy seguro de que alguien con conocimientos firmes, que pudiera dar a conocer lo positivo de estas prácticas marciales, y pudiera enseñar que no sólo sirven para defenderse sino también para mejorar la salud general de nuestras vidas; podría tener un hueco importante como maestro en la comunidad andaluza.
¿Quieres hacer algún comentario para cerrar la entrevista?
Pues solo decir lo que he dicho al principio. Que estoy muy contento de haber venido, de haberos conocido; del trato que he recibido aquí, y de haberme sentido parte de una familia. Por supuesto, agradecer profundamente al shifu la oportunidad que me ha dado de venir, y el haberme ofrecido su tiempo, su conocimiento y su cariño.
Gracias José Luis, por tu amabilidad y respeto.
A continuación les ofrecemos algunas fotografías realizadas durante las clases en las que el delegado andaluz del Instituto Wu Shu San Chai participó activamente durante su estancia en la ciudad de Barcelona. Durante una semana trabajó duramente junto al Shifu Carlos García para ampliar y perfeccionar sus conocimientos, y para sentar las bases de funcionamiento de la delegación en Andalucía, así como para conocer a sus hermanos de práctica de la sede principal. Esperamos que el reportaje sea de su agrado.
